Hoy miécoles, 22 de noviembre, ante los medios de comunicación por la mañana y ante el público general por la tarde, la AIF ha presentado el Plan de Servicios Ferroviarios Regionales para Castilla y León. El plan formula una detallada propuesta para mejorar el servicio de trenes regionales, el que verdaderamente vertebra la movilidad del territorio, para cada uno de los catorce corredores ferroviarios de la comunidad autónoma. Supone un incremento diario de 40 servicios netos en los tres diferentes anchos en los que opera el ferrocarril en CyL, estándar, ibérico y métrico. Se trata de un plan a corto plazo que es perfectamente viable de implementar a lo largo de 2024, un año en el que Renfe empezará a recibir los primeros trenes del macropedido de 500 convoyes que realizó en el pasado.
A pesar de que sólo se trata de un plan de servicios, en la presentación del documento se ha insistido en la necesidad de reabrir con urgencia el servicio ferroviario de la línea de ancho métrico en su sección dentro de León, suspendido desde Asunción/Universidad hasta el centro de la ciudad, y de avanzar en la rehabilitación de la línea Burgos – Madrid, vía Aranda, que quedó interrumpida tras un desprendimiento ocurrido en el túnel de Somosierra en marzo del 2011.
En el curso del debate con el público ha aparecido claro que la propuesta de soterramiento de las líneas férreas que determinados sectores defienden para Valladolid estragulará increiblemente el servicio ferroviario, por lo que esta acción es totalmente incompatible con el futuro desarrollo del ferrocarril entre Valladolid y el resto de ciudades castellanas. Deben buscarse en los modelos europeos soluciones para conseguir que la estación sea permeable por amnbos lados para la ciudadanía, olvidando para siempre la faraónica idea del gran soterramiento. Hoy, el reto de las ciudades y de sus regiones es luchar de forma eficiente contra el cambio climático y, para lograrlo, en el futuro la oferta ferroviaria de CyL deberá multiplicarse varias veces para ofrecer un estándar de calidad que permita a la mayoría de sus habitantes desplazarse en tren, sin emisiones de CO2.